
ÁNGULOS MUERTOS: QUÉ SON Y CÓMO EVITARLOS
enero 22, 2025La mayoría de los accidentes de tráfico que se producen en España se deben al comportamiento inadecuado del conductor, siendo el consumo de alcohol uno de los principales factores de riesgo para la seguridad vial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que “es un gran problema de salud pública que afecta no sólo al consumidor, en muchos casos también a personas inocentes como pasajeros y peatones”.
En nuestro país cada vez se producen más accidentes viales debido al uso inapropiado del alcohol. Según las cifras de la Dirección General de Tráfico (DGT), en 2022 se registraron 4.283 siniestros, lo que representa un aumento del 20% en comparación con los datos del año 2018. Este incremento se debe, en parte, a que el alcohol provoca en nuestro organismo una serie de síntomas que hacen que el usuario no sea apto para circular de forma segura. Algunos de los efectos negativos que provoca en el conductor son:
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Alteración del comportamiento y del juicio: Comete más infracciones debido a la falsa seguridad en sí mismo, es menos prudente, más impulsivo y agresivo con el resto de usuarios de la carretera. Además, puede asumir mayores riesgos.
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Disminuye la concentración: El consumo de alcohol puede reducir la capacidad de prestar atención, lo que afecta negativamente a la hora de actuar ante situaciones inesperadas en la vía.
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Altera la percepción del entorno: Puede afectar a la capacidad para ver con claridad, lo que hace que no calcule bien las distancias o la velocidad. Además, el conductor es más sensible a sufrir un deslumbramiento y puede experimentar el fenómeno “visión túnel” que disminuye la visión periférica.
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Altera la psicomotricidad: Reduce la coordinación y precisión de movimientos, lo que puede dificultar el control del vehículo.
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Tiempo de reacción más lento: El consumo de alcohol aumenta el tiempo de reacción ante un peligro, por lo que puede desencadenar en un grave siniestro vial.
La Dirección General de Tráfico establece una serie de tasas de alcoholemia que hay que respetar y que obliga a todo usuario de la carretera a someterse a las pruebas para la detección de alcohol. Estas pruebas, pueden medir el volumen de alcohol que hay en la sangre (g/L) o su equivalente en aire espirado (mg/L). Las tasas permitidas en España según la legislación actual son:
De esta forma, circular con una tasa superior a la establecida puede convertirse en una infracción grave retirando 4 puntos del carnet de conducir y una sanción de 500€, mientras que si superamos el doble de lo permitido puede ser muy grave llevando a una multa de hasta 1000€ y la retirada de 6 puntos.
También debemos tener en cuenta que la tasa de alcoholemia depende de diversos factores como la forma de ingerir alcohol o las características personales del conductor, y que no afectan a todos los usuarios por igual. Algunos de estos aspectos influyentes son:
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La edad: Las personas menores de 18 años y mayores de 65 años son más sensibles a los efectos del alcohol.
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El peso: Dependiendo de la masa corporal del conductor, el alcohol se distribuye de una forma u otra, por eso las personas delgadas pueden obtener una mayor tasa con la misma cifra de bebida ingerida que una persona de mayor peso.
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El sexo: El alcohol afecta más a mujeres que a hombres, por lo que una mujer puede tener una tasa mayor habiendo consumido la misma cantidad que un hombre.
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Circunstancias personales: Aspectos como las enfermedades, la fatiga o la somnolencia, pueden influir negativamente sobre el consumo de alcohol, así como la falta de experiencia al volante.
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Rapidez con la que se beba: Si se consume alcohol de manera rápida, el organismo lo absorbe antes, por lo que es recomendable beber pausadamente y dejar pasar tiempo entre bebidas.
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El tipo de alcohol: Las bebidas fermentadas como la cerveza o el vino se absorben más lentamente que otras bebidas como la ginebra o el ron que son destiladas. Además, las bebidas calientes y gaseosas provocan que la alcoholemia aparezca antes.
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Tener el estómago vacío o lleno: No es recomendable consumir alcohol con el estómago vacío, ya que la bebida pasa a la sangre más rápidamente.
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La hora del día que se ingiera: El alcohol afecta más por la mañana a primera hora y las últimas horas del día, se elimina más lentamente durante las horas de sueño, por lo que dormir algunas horas no garantiza una conducción segura.
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El tiempo que pase desde su consumo: El pico máximo de alcoholemia se alcanza entre 30-90 minutos después de terminar de beber, pero a los 5 minutos de empezar a beber ya se comienza a detectar en la sangre.
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La cantidad de alcohol ingerida.
Sin embargo, aunque el conductor consuma alcohol y obtenga una tasa inferior a la permitida, también es posible sufrir accidentes de tráfico debido a los efectos de la bebida. La única tasa realmente segura es 0,0 g/L.
Por otro lado, existen diversos mitos y falsas creencias que hacen que muchos conductores piensen que pueden eludir la tasa de alcoholemia; son solo tópicos que no han demostrado ser eficaces para no dar positivo en los controles preventivos, ya que, lo más seguro siempre será no beber alcohol si vamos a circular. Algunos de estos mitos son:
- Beber mucha agua después de consumir bebidas alcohólicas
- Hacer ejercicio
- Usar sprays bucales
- Masticar chicles, caramelos de menta u otras hierbas
- Tomar granos de café o bebidas con cafeína
- Fumar
- Ingerir productos con azúcar
- Consumir cocaína
- Beber aceite
- Tomar clara de huevo
Para concluir, podemos mencionar que la DGT pone en marcha campañas para concienciar a los usuarios de la vía de las graves consecuencias que puede provocar el consumo de alcohol en la conducción, sobre todo en épocas de vacaciones donde las bebidas alcohólicas suelen estar más presentes. Recuerda: si bebes no conduzcas.