Para poder realizar cualquier maniobra, es necesario observar primero la vía y su entorno con el objetivo de evitar accidentes o entorpecer la marcha del resto de usuarios. Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen los ángulos muertos.

Un ángulo muerto o punto ciego es un espacio que se encuentra en los laterales o detrás del vehículo y que el conductor no puede observar bien, aunque los retrovisores estén regulados adecuadamente. Estos ángulos son una preocupación importante en la seguridad vial, debido a que son peligrosos y pueden provocar accidentes al no poder controlar lo que está sucediendo en dicho lugar.

A la hora de circular, el conductor tiene que considerar que, por lo general, existen 3 tipos de ángulos muertos:

• Ángulo muerto lateral: Es el área que se encuentra a los lados del vehículo, donde los espejos retrovisores no pueden captar la presencia de otros usuarios de la vía
• Ángulo muerto trasero: Es la zona que se encuentra detrás del vehículo y que no es visible a través de los espejos. Este área es peligrosa debido a que, al realizar la maniobra de marcha atrás, puede haber obstáculos o peatones, los cuales no se ven.

• Ángulo muerto frontal: Suele ser menos común; aún así, pueden existir áreas en la parte delantera del vehículo que no son visibles, especialmente en vehículos más grandes.

Antes de iniciar la marcha, todo conductor debe regular su asiento y los espejos retrovisores correctamente. Los cristales del vehículo deben estar limpios, sin láminas o adhesivos, salvo que sean los reglamentarios, y siempre colocados en los sitios establecidos por la DGT, de forma que no dificulten la visibilidad. Aunque los espejos retrovisores se regulen correctamente los ángulos muertos son inevitables, con lo que, para poder cambiar de carril, por ejemplo, es muy importante estar seguros de que no hay ningún usuario en los puntos ciegos, con el fin de evitar una posible colisión de gravedad.

Para asegurarnos de que no hay usuarios de la vía en esos espacios, es necesario seguir una serie de medidas para poder minimizar su impacto:

• Aumentar la visibilidad, ajustando los espejos laterales y los retrovisores correctamente, como hemos comentado inicialmente. Deben cubrir la mayor cantidad de área posible alrededor de nuestro vehículo y, para garantizar una buena visión periférica, tienen que regularse de manera que apenas deje de verse la carrocería del vehículo. No obstante, el espejo retrovisor central deberá estar centrado en la luneta trasera.
• Regular adecuadamente el asiento del conductor, con el objetivo de que se pueda observar bien por los retrovisores y tengamos buena maniobrabilidad.
• Girar la cabeza brevemente para mirar a través de las ventanillas laterales, en caso de no sentirnos seguros con el campo visual de una zona en particular con el fin de ver si hay algún vehículo en el ángulo muerto lateral, de esta forma anulamos el angulo muerto del espejo retrovisor.
• Señalizar con antelación utilizando los intermitentes o, en su caso, con el brazo, las maniobras que vayamos a realizar, especialmente al cambiar de carril, con el fin de alertar al resto de conductores.
• Mantener la atención en la vía en todo momento, para poder evitar posibles riesgos. Es importante observar lo que sucede alrededor de nuestro vehículo al realizar maniobras como adelantar o cambiar de carril, donde aumenta el riesgo de sufrir un accidente por punto ciego.
• Evitar circular en el ángulo muerto de otro vehículo más tiempo del que requiere la maniobra que estemos realizando.
• Tener mayor cautela con motocicletas y ciclomotores, ya que son vehículos que tienen mayores zonas de incertidumbre y mayor rapidez en zigzag, lo que los hace ser más vulnerables a sufrir accidentes al no ser vistos.

Hay que destacar que los accidentes de mayor gravedad por ángulos muertos se producen entre vehículos de distintas dimensiones.

Además, hay que mencionar que la Dirección General de Tráfico estableció en 2021 la señal de advertencia de peligro de ángulos muertos en vehículos de reparto, distribución de mercancías, autobuses urbanos, escolares o camiones pesados, y cuya colocación es de carácter voluntario. Con esta señal, lo que se quiere conseguir es que los usuarios vulnerables sean conscientes de los riesgos que supone situarse en las áreas de puntos ciegos de los vehículos donde se pone dicha señal, y que se coloquen en lugares con buena visibilidad para poder disminuir la cifra de accidentes.

Para concluir, debemos mencionar que a lo largo de los años se han producido avances tecnológicos en los vehículos que permiten detectar usuarios en estas áreas y alertar al conductor, como por ejemplo:

• Sistema de información y monitorización de ángulos muertos (BSIS-BSM): Informa al conductor de una posible colisión con un vehículo o un peatón en un ángulo muerto de visión, mediante avisos ópticos y acústicos, pudiendo llegar a actuar sobre la dirección o incluso detener el vehículo en caso de peligro de colisión o atropello.

• Detector de marcha atrás (REV): Emite una alerta luminosa o sonora al detectar la presencia de personas u objetos detrás del vehículo sin intervenir en la dirección ni en la frenada.

• Cámaras de visión trasera, cámara 360º o sensores de aparcamiento: Las cámaras mejoran la visibilidad y la percepción de la vía y del entorno, por lo que, a la hora de estacionar o realizar una maniobra en espacios con escasa visión, hacen que se reduzca la posibilidad de sufrir un accidente provocado por un punto ciego.